Respondiendo esa interrogante, tenemos que el frío húmedo, es más lento al enfriar, pero conserva por mucho más tiempo los alimentos, ya que genera hielo y en consecuencia partículas que proveen a los alimentos de hidratación o humedad.
Por su parte, el frío seco al contar con un sistema de ventilador genera frío más rápido, y en esa misma proporción seca más rápido los alimentos.
¿Qué son y cómo funcionan los sistemas de deshielo?
El deshielo es un proceso que en términos generales se lleva a cabo cuando el sistema de enfriamiento no está activo. El objetivo de este proceso es descongelar algunos componentes, dicho esto, existen diferentes tipos de sistemas de deshielo, pero todos tienen la misma finalidad:
- Sistema de deshielo por gas: Este sistema bombea el gas refrigerante a altas temperaturas a través de tubos, que finalmente llegan al compresor. Se lleva a cabo mientras el proceso de enfriamiento está detenido y lo que se busca es descongelar el evaporador.
- Sistema de deshielo por agua: Este tipo de sistema de deshielo deja caer agua tibia directamente sobre el evaporador para lograr derretir todo el hielo acumulado. Adicionalmente, permite la acumulación de residuos del evaporador en una bandeja para su fácil mantenimiento.
- Sistema de deshielo por resistencia eléctrica: Se compone de una resistencia que se ubica en el evaporador, y es la encargada de disolver el hielo de manera eficaz.
Consumo energético según tipos de frío
El consumo energético de cada tipo de congelador depende en gran medida de la potencia con la que se configure, así como del mecanismo interno, el sistema de deshielo y el tamaño del congelador. Es importante considerar aspectos como el gasto energético que conlleva descongelar el evaporador de un congelador de frío húmedo en cada pausa que haga el sistema de enfriamiento, cosa que no sucede con el de frío seco.
También es necesario tener en cuenta que el frío húmedo se mantiene durante más tiempo, por lo que el ciclo de enfriamiento y descongelamiento tarda más en completarse e iniciar nuevamente.
¿Cuáles son los beneficios de cada tipo de Frío?
Ambos tipos de frío cuentan con ciertas ventajas dependiendo del uso que se le dé, pues no se utiliza el mismo tipo de frío para conservar alimentos como frutas o vegetales, que para conservar carnes.
En el caso del frío húmedo, nos encontramos con un tipo de frío que mantiene los alimentos más frescos al mantener un ambiente que no los deshidrata; además, aunque tarda más en llegar a la temperatura necesaria, mantiene durante más tiempo el frío en caso de un apagón o contingencia.
El frío seco por otra parte no es muy recomendable para conservar ciertos tipos de alimentos debido a que los deshidrata, por lo que pierden su frescura. Pero en cuanto al enfriamiento, este llega a una temperatura adecuada de manera más rápida y eficaz. No obstante, no se mantendrá durante mucho tiempo en el caso de existir una contingencia eléctrica.
¿Qué consideraciones tomar con cada tipo de frío?
Cuando se trata de conservar alimentos, es importante elegir la opción adecuada para cada grupo, y es por eso que no se puede usar el mismo tipo de frío para conservar todos los alimentos. Por ejemplo, al hablar del frío húmedo, se trata de un tipo de frío que contiene partículas de agua que se suelen condensar en las estructuras refrigeradas, por lo que si se tienen productos que no deben ni pueden mojarse, lo mejor es no optar por este tipo de frío.
En el caso del frío seco, se debe tener en cuenta que este no mantendrá frescos los alimentos, es muy útil para realizar procesos como madurar carnes, pero no mantendrá en buen estado frutas ni vegetales durante mucho tiempo.